Dactiloscopia penitenciaria I
Nociones básicas
Creado por Andrés Díaz Gómez bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0 Registrado en RGPI

► La dactiloscopia es la ciencia que estudia las crestas papilares que se encuentran en las yemas de los dedos de las manos de una persona, es decir, los dibujos que se forman en el pulpejo de la tercera falange de los dedos de las manos o dactilogramas.
El estudio de las impresiones dactilares se emplea desde finales del siglo XIX como método preciso para la identificación de las personas. En el sistema penitenciario, la dactiloscopia se emplea junto a otros medios (antropométricos, fotográficos, alfanuméricos, etc.) y constituye uno de los pilares fundamentales del Sistema de Identificación Automatizado (SIA).
Siguiendo el manual de la Escuela de Estudios Penitenciarios sobre identificación dactiloscópica (SÁNCHEZ RAMOS, Manuel J., Nociones de Identificación Dactiloscópica, Ministerio de Justicia, Escuela de Estudios Penitenciarios, Madrid, 1990), de amplia difusión y utilización en la Administración penitenciaria, veremos a continuación, de forma sintética y didáctica, algunas nociones básicas de dactiloscopia.
Dactilogramas y crestas papilares
► Un dactilograma es un dibujo formado por las yemas de los dedos de las manos por las crestas y surcos papilares debido a su impresión o reproducción gráfica. Su relevancia para la identificación de las personas deriva de sus tres reconocidas cualidades: 1) es perenne porque, desde que se forma en el cuarto mes de la vida intrauterina de una persona, permanece invariable a lo largo de toda su vida, hasta la destrucción de los tejidos de la piel por la putrefacción del cadáver; 2) es inmutable, porque no puede modificarse fisiológicamente; en caso de quemaduras y traumatismos leves, vuelve a reproducirse o regenerarse de igual forma; y 3) es diversiforme, pues adopta formas diferentes en cada individuo y constituye una característica personal única que diferencia a cada persona de las demás.
Los dactilogramas se clasifican habitualmente en tres tipos:
- Dactilograma natural: es el que está en la yema del dedo, formado por las crestas papilares de forma natural.
- Dactilograma artificial: es el dibujo que aparece al reproducirlo gráficamente, normalmente al entintar el dactilograma natural y ponerlo en contacto con un papel o al escanearlo e imprimirlo.
- Dactilograma latente: es la huella dejada por un dactilograma natural al tocar un objeto o superficie. Normalmente, es este dactilograma queda «marcado», pero es «invisible» al ojo humano.
De igual forma, un dactilograma se puede dividir en tres partes o zonas: la base (la parte inferior del mismo, desde el pliegue de flexión de la tercera falange hasta la cresta superior, denominada «limitante basilar»), el margen (el contorno lateral y superior) y el núcleo (la parte central ubicada entre la base y el margen). Esta triple distinción permite diferenciar entre tres sistemas dactilares, atendiendo a la región que ocupan de un dactilograma:
- Sistema marginal. Se sitúa en el margen o contorno del dactilograma, desde la parte superior, envolviendo al «sistema nuclear». Sus crestas son largas y muy arqueadas, bordeando la yema del dedo.
- Sistema nuclear. Se encuentra en la parte central del dactilograma, entre el «sistema marginal», que lo envuelve desde la parte superior, y el «sistema basilar», que se coloca en la parte inferior. Sus crestas o líneas se disponen de forma concéntrica, abriéndose progresivamente hacia el exterior.
- Sistema basilar. Ocupa la parte inferior del dactilograma, comenzando desde el pliegue de flexión de la tercera falange hasta el «limitante basilar», que da comienzo al «sistema nuclear». Está formado por crestas transversales horizontales, aunque describiendo ligeras curvas.

► El examen detallado de un dactilograma impreso o artificial, como el que se muestra justo encima, evidencia que está formado por multitud de «líneas» o «relieves» (aparecen en negro), separadas entre sí por «surcos» o «depresiones» (aparecen en blanco). Estas «líneas», que quedan reflejadas en un papel tras la impresión del dactilograma, son las denominadas «crestas dactilares». Las crestas están formadas por las «papilas dérmicas», que son glándulas de secreción de sudor situadas en la dermis. Cuando el sudor sale, se derrama por las crestas y se mezcla con la grasa natural de la piel, lo que permite que, cuando se toque o manipule un objeto apto para la retención de huellas, las crestas dejen una impresión en él (dactilograma latente).
La distribución en las yemas de los dedos de las «crestas papilares» es distinta en cada individuo y encierra uno de los elementos más importantes en el estudio de los dactilogramas. Aunque son muchas las clasificaciones que se han propuesto, destacamos especialmente la división que atiende a su forma, distinguiendo crestas: rectas (que siguen una línea geométrica recta), curvas (que no son rectas, por presentar distintos tipos de ondulación) y mixtas (que tienen características de las dos anteriores).
Además, las crestas también presentan otras particularidades en su forma, longitud o dirección que se denominan «puntos característicos». Los puntos característicos resultan fundamentales para la identificación de las personas a través de sus dactilogramas (mediante la comparación de impresiones). Las variedades de puntos característicos más frecuentes son los siguientes:
- Línea abrupta. Es la cresta que termina bruscamente, sin reaparición posterior. A cada lado corren crestas paralelas que se van estrechando hasta cerrarle el paso.
- Bifurcación. Esta cresta, partiendo del lado izquierdo del dactilograma, se divide en dos, corriendo después sus ramas paralelas a medida que se alejan del punto de bifurcación.
- Convergencia. Se forma por crestas que parten paralelas desde el lado izquierdo del dactilograma, uniéndose en una sola cresta en un determinado punto.
- Desviación. Está formada por crestas que parten de lados opuestos y van en la misma dirección. Aunque al llegar a cierto punto parece QUE se van a fusionar, en realidad sus extremos se apartan de su normal trayectoria, dejando entre ellas un surco interpapilar.
- Fragmento. Es una cresta corta que corre entre otras dos y cuyo nacimiento y terminación son abruptos.
- Punto. Es un fragmento de cresta tan corto como ancho, que presenta forma redondeada.
- Ojal. Es el espacio elíptico que se forma entre dos ramas de bifurcación que se reúnen poco más adelante en convergencia.
- Empalme. Es la cresta que une otras dos que están próximas.
- Interrupción. Es el espacio en blanco que deja una cresta al interrumpirse, para continuar después en la misma dirección.
- Transversal. Es la cresta que en su recorrido se desvía de su trayectoria, entre otras dos paralelas.
- Rama. Es la cresta corta que se deriva o aparece de otra principal. Forma una especie de semicírculo con la cresta principal.

Sistema dactiloscópico español

► El sistema dactiloscópico español se basa en los estudios llevados a cabo originalmente por Federico OLÓRIZ AGUILERA (1855-1912), catedrático de Anatomía, que elabora una teoría, nomenclatura y sistema de clasificación propios, sobre la base de las investigaciones anteriores. Su método de identificación dactiloscópica sería luego adoptado por las instituciones penitenciarias (1909), la policía (1911) y la Guardia Civil (1914) en España.
Tomando como base el sistema del argentino Juan VUCETICH, OLÓRIZ AGUILERA distingue cuatro clases de dactilogramas (adeltos, dextrodeltos, sinistrodeltos y bideltos), teniendo en cuenta la ausencia o presencia de delta, así como su número y situación. Su sistema se asienta en dos elementos fundamentales, que suponen el punto de partida de su construcción: el delta y el núcleo del dactilograma.