Identificación y dactiloscopia VI

La Oficina de Identificación

Creado por Andrés Díaz Gómez bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0 Registrado en RGPI

La Oficina de Identificación

► La Oficina de Identificación es el local de los establecimientos penitenciarios donde se formaliza la filiación e identificación dactiloscópica y fotográfica de las personas privadas de libertad, tramitando y archivando la documentación correspondiente.

Entre sus cometidos se encuentran la impresión dactilar de las huellas de los internos, la expedición de antecedentes e informes periciales sobre identificación, la reseña de los ingresos, o la realización, control y archivo de las fotografías. Todo ello de acuerdo con el art. 340 RP de 1981 (RD 1201/1981), vigente solamente con rango de resolución del Centro Directivo. 

En la práctica, los funcionarios que componen la llamada «Oficina de Identificación» son normalmente los de la Unidad de Servicio de Ingresos y Salidas, que, en los establecimientos penitenciarios, se ubica normalmente en el «Departamento de Ingresos». De acuerdo con la I. 5/2007, «la captura de las reseñas dactilares, fotográficas, verificación de la identificación, y demás datos alfanuméricos de filiación, procesales y penales y la gestión diaria de los mismos se realizará en el Departamento de Ingresos de cada uno de los centros penitenciarios, excepto la verificación dactilar de comunicaciones íntimas, familiares y de convivencia que se realizará en el departamento de comunicaciones, a través del sistema SIA». En los modernos centros penitenciarios, se sitúa en un «Módulo de Ingresos y Tránsitos», pensado para el alojamiento temporal de los internos que ingresan o salen del centro penitenciario y para aquellos otros que deben pernoctar en el tránsito hacia otro lugar, donde se realizan también los trámites de identificación y filiación. En los centros tipo de reciente construcción, esta infraestructura independiente de dos plantas (también denominada «Edificio de Ingresos y Salidas») realiza las funciones propias del Departamento de Ingresos y de la Oficina de Identificación: en la planta baja se encontrarían las salas de identificación, cacheo y fotografía, la sala de videoconferencia y los detectores de metales, entre otras dependencias, mientras que en las plantas superiores hallaríamos las celdas de los internos.

► Entendemos por «identificación» todos los trámites relativos a la comprobación de la identidad de una persona privada de libertad; es decir, las gestiones tendentes a la obtención del conjunto de rasgos individuales que permiten caracterizar a esa persona frente a las demás. Los datos que permiten individualizar a las personas se recogen en la llamada «hoja de filiación» y pueden ser:

  • Antropométricos: Son datos sobre las medidas y proporciones corporales y otras marcas de la persona, incluyendo señas particulares como cicatrices, tatuajes, amputaciones, manchas de nacimiento u otros signos que ayuden a su identificación.
  • Fotográficos: Es la obtención de una imagen de la cabeza y cara (de frente, descubierta y sin gafas opacas) de un interno, mediante una cámara digital. También se incluyen fotografías de tatuajes y cicatrices del cuerpo de la persona.
  • Alfabéticos: Se trata del nombre y apellidos del interno o, en su caso, de otros nombres o apodos por los que fuere reconocido.
  • Numéricos: A cada persona que ingresa por primera vez en un establecimiento penitenciario, se le asigna un Número de Identificación Sistemática (NIS) por medio del SIP. Se trata de una cifra de diez dígitos (0123456789) que acompaña al interno a lo largo de toda su vida penitenciaria, con independencia del número de excarcelaciones o sucesivos ingresos. El NIS permite distinguir y reconocer a cada interno en las operaciones administrativas y se vincula a sus datos de filiación, procesales, penales y de otra índole.
  • Dactiloscópicos: Son las impresiones dactilares (huellas) de los dedos de ambas manos del interno (ficha decadactilar), salvo que no sea posible por tener la persona las manos o los dedos amputados, vendados u otros motivos.

Algunos de estos datos (nombre y apellidos, NIS, fotografía y reseña dactilográfica) se incluyen en el Documento de Identificación Interior (DII), que es un carné expedido a todas las personas privadas de libertad, que quedan obligadas a llevarlo consigo, mantenerlo en buen estado de conservación y exhibirlo siempre que cualquier funcionario lo requiera. El DII sustituye al DNI o pasaporte en el interior de los centros penitenciarios, puesto que los internos no pueden llevar consigo estos documentos oficiales para la acreditación de su identidad.

El Sistema de Identificación Automatizado (SIA)

► Los conocimientos en materia de dactiloscopia, sobre la obtención, clasificación y distinción de dactilogramas, son fundamentales para los funcionarios de servicio en la Oficina de Identificación, dado que se trata de un método muy fiable para la identificación de las personas privadas de libertad. Hoy en día, la identificación dactilar sigue siendo de gran importancia en los centros penitenciarios, pero su complejidad se ha reducido debido a la utilización de sistemas automatizados e informáticos (SIA). Así, actualmente los dactilogramas no se imprimen en tinta, sino que se escanean con un dispositivo especial, sin perjuicio de que todos los establecimientos deban preservar los útiles de identificación tradicionales (plancha, rodillo, tinta, lupa, etc.) para que puedan ser utilizados en los casos de posibles averías producidas por fenómenos climatológicos o averías generales del SIA (I. 5/2007).

► Implantado en todos los centros penitenciarios a partir del año 2007, de acuerdo con la I. 5/2007, el Sistema de Identificación Automatizado (SIA) permite la captura, consulta y comparación automática de huellas dactilares agrupadas por fichas decadactilares y de los datos asociados al movimiento de los internos en el sistema penitenciario. Su finalidad es la identificación de las personas privadas de libertad, con vistas a la gestión de trámites, procedimientos y movimientos de las personas: cambios de módulos, altas, bajas, salidas, permisos, incidencias, etc. Para ello, el SIA diferencia entre «fichas activas» y «fichas pasivas», correspondientes a internos que se encuentran en un establecimiento, bajo la dependencia de la Administración penitenciaria, o a internos que han tenido contacto con el medio penitenciario pero que han causado «baja», por un motivo u otro.

Aunque el SIA se asocia normalmente al archivo y gestión de las huellas dactilares, en realidad incluye muchos otros datos para la identificación de las personas privadas de libertad (antropométricos, fotográficos, alfanuméricos, etc.). Del mismo modo, además de los datos de carácter identificativo, también recoge otros datos relativos a las características personales y penitenciarias de los internos: movimientos intermodulares, datos penales y penitenciarios de altas, bajas, salidas, permisos e incidencias.

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